La Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio, mejor conocida como la NASA, está preparando a sus astronautas para que puedan imprimir huesos humanos en el espacio, con el objetivo de desarrollar la capacidad de impresión 3D en la Estación Espacial Internacional (ISS, por sus siglas en inglés).
Como lo explica el informe publicado en el sitio web de Urban Tecno, esta iniciativa permitiría imprimir huesos compatibles con las características del ser humano. El objetivo principal de este proyecto es la reproducción de meniscos de rodilla.
Este programa piloto, impulsado por NASA, Redwire y la Universidad de Servicios Uniformados del Centro de Ciencias de la Salud para Biotecnología (4DBio3), espera que pueda extender su utilidad par crear otros huesos adicionales.
Para la misión, las referidas organizaciones enviaron el 6 de noviembre una nueva impresora 3D a la ISS. El dispositivo fue llamado Instalación de BioFabricación de Redwire, que bioimprimirá el menisco que será estudiado posteriormente en la Tierra.
En pro de los soldados
Idealmente, esto conducirá a tratamientos para las lesiones de menisco que los soldados estadounidenses enfrentan con demasiada frecuencia.
Además, Redwire espera imprimir en 3D órganos completos en el espacio, aunque cataloga esto como un objetivo “a largo plazo”.
La Estación Espacial Internacional en órbita.
ISS
El robot llegaría a la Estación Espacial en 2024. (NASA)
La impresora vuela a la ISS a bordo de un cohete de suministro desde el puerto espacial de Wallops Island de la NASA. La misión llevará tres cargas útiles adicionales.
Esta no es la primera impresora 3D espacial de la NASA. El año pasado, la agencia llevó una impresora Redwire a la ISS para demostrar la impresión del suelo lunar, tecnología que algún día podría ayudar a los colonos de la Luna a construir hábitats sin llevar una gran cantidad de suministros desde la Tierra.
La bioimpresora es más inmediatamente práctica. Si la investigación da resultado, los médicos podrían reemplazar las partes dañadas del cuerpo sin recurrir a donaciones o implantes inorgánicos.
Con información de Guy Acurero de FayerWayer