Por Vinicio Sánchez
Los pasos reabiertos por EEUU son los de Eagle Pass, en Texas; Pedestrian West de San Ysidro, en San Diego; y Lukeville Port y Morely Gate, en Arizona.
Las autoridades fronterizas de EEUU reabrieron este jueves cuatro cruces en la frontera con México en los estados de Texas, Arizona y California como respuesta a la “evolución de la situación”.
La Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de EEUU (CBP) reanudará las operaciones de cruce fronterizo en Eagle Pass (Texas), Pedestrian West de San Ysidro (San Diego, California), Lukeville Port (Arizona) y en Morely Gate (Nogales, Arizona).
“La CBP continuará priorizando nuestra misión de seguridad fronteriza según sea necesario en respuesta a esta situación en evolución. Continuamos evaluando situaciones de seguridad, ajustando nuestros planes operativos y desplegando recursos para maximizar los esfuerzos de aplicación de la ley contra aquellos extranjeros que no usen vías o procesos legales”, señaló la institución en un comunicado publicado en su página web.
Por su parte, el Gobierno de México celebró la reapertura de los mencionados cruces debido que “beneficiará a las economías de ambos países”, según un comunicado gubernamental.
Esta medida llega tan solo unos días después de una reunión entre altos funcionarios estadounidenses, encabezados por el secretario de Estado, Antony Blinken, y el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, quien aseguró haber conseguido “importantes acuerdos” en asuntos de cooperación económica,
seguridad y migración. El mandatario mexicano anunció que tras la reunión sostenida con funcionarios estadounidenses llegaron a un acuerdo para mantener abiertos los cruces fronterizos y permitir el paso de ferrocarriles. El pacto buscaba abordar de manera conjunta la crisis migratoria que afecta a la región.
López Obrador destacó la importancia de estar atentos ante el creciente movimiento en la frontera y los puentes, subrayando la necesidad de normalizar la situación para evitar el cierre de los pasos.
La reunión, que tuvo lugar en Ciudad de México, contó también con la participación del secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas.
En respuesta a la suspensión de varios cruces legales en la frontera por parte de Estados Unidos, argumentando la necesidad de priorizar el procesamiento de inmigrantes indocumentados, ambos países acordaron mantener una comunicación continua y establecer reuniones periódicas para abordar la compleja situación migratoria.
“Se formaron ya los equipos, nosotros vamos a ir a Washington”, anunció el presidente mexicano, destacando la disposición de ambas naciones para enfrentar conjuntamente este desafío.
Cabe señalar que, según datos recientes, el número de personas que buscan ingresar a Estados Unidos sin autorización ha experimentado un aumento significativo, alcanzando más de 10.000 por día desde agosto, casi el doble de la cifra registrada antes de la pandemia. La mayoría de estos migrantes no son de nacionalidad mexicana, sino que provienen principalmente de Centroamérica, Haití y Venezuela, países afectados por diversos factores como la pobreza, la violencia y la escasez de recursos.