El presidente del Senado se ha marchado de la cita entre gritos que le reprochaban su afiliación a Morena
El presidente del Senado, Gerardo Fernández Noroña, ha sido abucheado este sábado durante el Congreso del Partido del Trabajo (PT), la formación por la que se ha presentado a las elecciones, pero en la que nunca militó. El discurso de Noroña ha sido interrumpido con gritos de la militancia que le han obligado a marchar del recinto. El político defendió entre abucheos la unión entre Morena, el PT y los Verdes, aliados electorales, y criticó el “sectarismo”. Tras años al lado del PT, Noroña decidió afiliarse a Morena. Como respuesta, sus correligionarios le han gritado en la asamblea del partido: “Que se afilie, que se afilie”. El presidente del Senado ha contestado: “No voy a compaginar ninguna política de sectarismo, así que, si mi presencia aquí no es bienvenida, me retiro”, y abandonó el lugar.
El PT lleva un tiempo ensanchando la distancia que le separa de Morena, el partido gobernante y su aliado. Dicen sentirse ninguneados y menospreciados y eso mismo le reprocharon a Noroña entre gritos, que hubiera llegado al Senado por el PT y ahora se haya afiliado a Morena. Los asistentes corearon el nombre de Reginaldo Sandoval Flores, coordinador de los petistas en la cámara de Diputados. La salida de Noroña del evento también fue seguida con gritos que le pedían que aguante las críticas.
En los últimos tiempos la distancia entre los dos partidos ha tenido algunos hitos señalados, como en la sesión en la que se votó en contra del desafuero de Cuauhtémoc Blanco, el morenista acusado de violación. Los petistas dieron la batalla ese día para que el diputado perdiera el fuero, pero no lo consiguieron y Noroña se lo ha reprochado, por no llevar la corriente a Morena en este asunto. La alianza de Morena con el PT es un movimiento firme “y quien piense lo contrario está profundamente equivocado”, les dijo el senador.
A principios de marzo, ya se oía el choque de espadas entre ambos partidos. Los militantes del PT acusaron la falta de voluntad política en el reparto de candidaturas con miras a las elecciones intermedias de 2027, así como el menosprecio de Morena por su partido satélite y cómo la cúpula morenista mira por encima del hombro a sus aliados. “Están borrachos de poder”, criticaron los petistas al partido gobernante, que logró una amplia mayoría en las elecciones del 2 de junio, pero que no tendría la suficiente sin su alianza con el PT y con el Verde.
Desde aquel día ya empezaron las discrepancias y el propio Noroña reclamó a Morena su parte del botín. Él, como Adán Augusto López, Ricardo Monreal o Marcelo Ebrard, también se había presentado a las primarias de Morena que ganó Claudia Sheinbaum, pero los perdedores tenían prometido un puesto de altura que a Noroña no acababa de llegarle. Finalmente, fue nombrado presidente del Senado. Después vino su afiliación. El reparto de otros puestos en el Congreso también ha sembrado cizaña en las relaciones entre ambos partidos.
En realidad, el PT viene dando signos de hartazgo desde poco después de la noche electoral y recientemente se ha mencionado una posible ruptura con Morena, que puede leerse en clave electoral para las intermedias o como amenaza directa a un partido que necesita de su apoyo para contar con la mayoría suficiente en el Congreso. La reforma electoral que plantea Morena, que reduce la financiación de los partidos y elimina los puestos plurinominales, también ha causado malestar entre los petistas, que aportan 49 votos a la colación en la Cámara de Diputados y su retirada dejaría a Morena solo con 81 legisladores, a cinco escaños de los dos tercios del Pleno necesarios para reformas constitucionales.
“Lamento mucho que el PT me haya invitado a su Congreso Nacional para agraviarme. Yo seguiré promoviendo la unidad por convicción, pero sí tomo distancia del PT nacional; lo que hoy hicieron es profundamente injusto y no lo merezco”, ha sido el mensaje que ha enviado el senador en sus redes sociales.