Un agente del Cártel de Sinaloa oculta seis paquetes de droga en la puerta del conductor de un auto que se dirigía a la frontera con EE. UU. en Culiacán, México.
Reporteros del New York Times documentaron cómo el sindicato criminal más poderoso de México ocultaba el fentanilo, adaptándose a la ofensiva de dos gobiernos.
Por Paulina Villegas y Maria Abi-Habib. Imágenes de Adriana Zehbrauskas. Reportaje desde Culiacán, Sinaloa, bastión del Cártel de Sinaloa.
El empacador de fentanilo se movía con precisión; su faro proyectaba un brillo intenso sobre el rápido trabajo de sus manos enguantadas.
Carcasas de vehículos viejos, sin capó, yacían destrozadas bajo un cielo completamente negro. Gatos de coche, bobinas y trapos grasientos cubrían el suelo.
El hombre roció seis paquetes envueltos en aluminio con un líquido que olía a cloro, un compuesto que, según él, ayudaría a ocultar el fentanilo de los perros de búsqueda. Debajo del papel de aluminio, la droga mortal estaba envuelta en papel carbón para intentar evitar los métodos básicos de detección por rayos X, dijo.
El hombre de 58 años, mecánico de día y empacador de droga de noche, llevaba más de 20 años trabajando para el Cártel de Sinaloa, reparando y cargando coches con cocaína, metanfetamina y, ahora, fentanilo.
En todo este tiempo, dijo, su trabajo nunca ha sido tan peligroso como ahora. “Espero que este sea mi último trabajo”, dijo.
El cártel, que, como uno de los sindicatos de drogas más formidables del mundo, parecía inmune a los rivales, se ha visto obligado a entrar en modo de supervivencia. El presidente Trump ha prometido acabar con el tráfico de fentanilo, ordenando al Pentágono que comience a usar la fuerza militar contra ciertos cárteles que su administración considera organizaciones terroristas.
México, bajo la fuerte presión de Trump, ha lanzado su propia ofensiva agresiva, desplegando cientos de tropas para combatir al Cártel de Sinaloa, un grupo terrorista designado por Estados Unidos. Si bien se encuentra bajo intensa presión de ambos gobiernos, el cártel también se ha visto afectado por luchas internas.