Por Vinicio Sanchez
Los incidentes antisemitas aumentaron en Arizona el año pasado, y justo esta semana un contramanifestante rompió carteles en una manifestación en Tucson en apoyo a Gaza.
La semana pasada, el Concejo Municipal de Tucson informó a una sala llena de activistas de ambos lados del conflicto entre Israel y Hamas que querían ver más unidad aquí en casa antes de considerar cualquier resolución simbólica sobre la guerra.
Pero un incidente esta semana demuestra que lograr esa unidad es una tarea difícil.
El lunes, un pequeño grupo de manifestantes de la Alianza de Solidaridad Palestina de Arizona se reunieron frente a la oficina del representante Juan Ciscomani. El congresista regresó de Israel apenas la semana pasada.
Después de unas horas, un contramanifestante que apoyaba a Israel se enfrentó a ellos. El video de las redes sociales muestra al hombre visiblemente enojado gritando, agarrando sus carteles de cartón y partiéndolos por la mitad.
“Yo defiendo a mi gente, tú no defiendes a nadie”, dice en el vídeo. “Todos ustedes simplemente odian a los judíos, quieren sangre judía”.
David Feagin estaba allí como parte de la Alianza y dijo que se sentía preocupado.
“Mi pensamiento inmediato fue: necesito asegurarme de que esto no se vuelva violento”, dijo.
Al mismo tiempo, la Liga Antidifamación informó esta semana que los incidentes antisemitas aumentaron en más del 200 por ciento en Arizona el año pasado, y la mayoría de ellos ocurrieron después del 7 de octubre.
La Liga también informó que muchos incidentes de antisemitismo ocurrieron en protestas en torno a la guerra entre Israel y Hamas.
Ahora que han transcurrido seis meses de guerra, ambos grupos han alentado cada vez más a los concejales de la ciudad a tomar partido. Pero en su reunión del 9 de abril no estaban preparados para hacerlo.
“Este no es el lugar para resolver esto. Las comunidades de interés deben trabajar juntas”, dijo el vicealcalde Kevin Dahl.
Aparte del concejal Lane Santa Cruz, quien puso la resolución de alto el fuego en la agenda, el consejo no estaba dispuesto a tomar partido por temor a alienar al otro.
“Lo que me preocupa es la falta de una voz unificada en esto por parte de la comunidad”, dijo la concejal Nikki Lee.
Con el liderazgo local estancado, Feagin dijo que la ira sigue siendo la mayor barrera para lograr esa unidad.
“Cuando hay un acercamiento de ira inmediata y la reacción inmediata es la violencia, no hay unidad posible”, dijo.
Sin embargo, en esa misma protesta, Feagin vio evidencia de que estas discusiones no son imposibles.
“Pudimos hablar con al menos dos personas separadas y mostrarles por qué estábamos allí, y pudimos terminar cortésmente, estrechar la mano y decir, ya sabes, todo es respeto. Creo que es importante señalar que la unidad es posible entre personas que están dispuestas a hablar”, dijo.
En la reunión del consejo del 9 de abril, la alcaldesa Regina Romero dijo que planeaba escribir al presidente Biden y a los líderes federales sobre los fuertes sentimientos de Tucson sobre la guerra. Por ahora, las discusiones dentro de la comunidad, aunque dolorosas, tendrán que continuar.